sábado, 29 de noviembre de 2014

IDEA 17: Los Epicúreos Descubren el Principio del Placer

El filósofo Epicuro según Rafael. Detalle
del fresco La escuela de Atenas,
en la Estancia de la Signatura del Vaticano
.
    Placer. ¿Es el propósito de la vida? El filósofo griego Epicuro (341-270 a. de C.) pensaba que sí...a su forma. "El placer", decía, "es el principio y el fin de una vida bendecida". ¿Pero a qué se refería cuando hablaba del placer? Siempre escuchamos frases como "guatita llena, corazón contento", pero Epicuro creía por sobre todo en la moderación. Aunque es por su nombre que tomamos nuestra palabra moderna "epicúreo", que significa una persona con gustos refinados en comida y vino, Epicuro no era en sí mismo epicúreo.      Él clamaba vivir casi exclusivamente de pan y agua con un bocado ocasional de queso. Decía que "el más grande bien es la Prudencia. 

    Así que lo que realmente tenía en su mente cuando habló de placer no era gula o lujuria o incluso sensualidad. Era la ausencia del dolor que podría describirse mejor como felicidad y bienestar. Él creía en los regocijos serenos y aconsejó a sus seguidores a estar lejos del los placeres turbulentos, incluyedo el sexo. Incluso recomendaba mantenerse lejos de la vida pública, abriendo a demasiadas expectativas emocionantes y confusas. Así que olvida la política, olvida los tumultos del amor; para él, una amistad estable era la relación social ideal.

   ¿Qué mejor lugar para avanzar en una filosofía de la alegría tranquila que desde un jardín? Así que, naturalmente, ahí era donde enseñaba. Su jardín en Atenas se convirtió en el centro de una comunidad unida de pupilos, la cual se abrió a esclavos y mujeres, algo casí inaudito en el mundo antiguo. Él los intruyó a todos en una visión materialista del mundo. Como Demócrito, él creía que todas las cosas consitían en átomos en constante movimiento. Apesar de que creía en Dioses, insistía que no jugaban ningún rol en los asuntos humanos y rechazó absolutamente las enseñanzas de la religón, pensando que promovía falsedad, miedo e infelicidad. Sin embargo, creía en la existencia del alma, pero en una que se desintegraba cuando el cuerpo moría. Por lo tanto, razonó, que nadie debía temer a ningún castigo después de la vida, porque no queda nada más que castigar. 

    El Epicuerismo finalmente, cubre la búsqueda de una vida feliz mediante la búsqueda inteligente de placeres, y la Ataraxia. Sin darnos cuenta continúa siendo una forma de vivir para muchos de nuestro siglo y es una fuente importante para la psicología positivista.