lunes, 12 de diciembre de 2016

IDEA 28: China Descubre como Tener una Explosión

Con el nombre de "Huo yao", fue llamado por los Chinos; la droga del fuego. El descubrimiento de la pólvora surgió del interés chino por la alquimia, que en China estaba enfocada en encontrar un elixir de vida eterna. En los experimentos con salitre, los alquimistas tropezaron con sus cualidades explosivas cuando era mezclado con azufre y miel seca, la cual era una fuente de carbono. Siendo un producto de desecho de bacterias que se alimentan de materia orgánica en descomposición, el salitre estaba ampliamente disponible en el sur de China, donde apareció como corteza de nitrato blanco que se podía extraer de la capa superficial del suelo. Eventualmente, el carbón fue introducido como una fuente más eficiente de carbono. Enciende la mezcla letal y le sigue una explosión. "La explosión aturdirá a cada alma", como fue comentada en la época, "y destruirá todo a su alrededor".

Bombs bursting in air: En esta pintura Japonesa del siglo XIII, Samuráis montados cargan contra Mongoles invasores desde China mientras los proyectiles explotan sobre sus cabezas
Los chinos perfeccionaron la pólvora alrededor de los siglos X y XI. Al principio, se utilizó sólo para exhibiciones pirotécnicas, una explosión leve, una ráfaga de llamas y una nube de humo blanco. Pero con el tiempo los chinos aprendieron usos más mortíferos. Envolver el polvo en papel alrededor de una flecha, unir un fusible y encenderlo. Ahora es una "flecha de fuego". Ya sabiendo que el embalaje del recipiente en un pequeño envase de papel produjo un petardo, en el siglo XII aprendieron a empaquetarlos en recipientes más grandes y endurecidos para producir bombas que darían nombre como "Ardiente Bandido", o "Mágica bola de fuego" (juro que yo no lo inventé).

A finales del siglo XIII, los chinos dominaron el arte de empaquetar el arma en un tubo metálico con un extremo abierto para lanzar trozos de metal y vajilla a gran velocidad; Las primeras armas. Haz que las armas sean más pesadas y las montes sobre ruedas, y tendrás los primeros cañones, como pronto lo hicieron los chinos. Y en el siglo siguiente, la pólvora emigró (lamentablemente para la historia de nuestra humanidad) a Europa, donde transformó la guerra medieval, dando a los ejércitos el poder de atravesar las paredes de los castillos sitiados.

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