En un principio, se dice, el Buda encontró la iluminación bajo el árbol de Bodhi, cerca de lo que es hoy Nepal. Siddhartha Gautama fue un príncipe mimado nacido alrededor del 536 a.C., quien frustró los esfuerzos de su padre de protegerlo de las visiones del sufrimiento y la muerte, quien se convirtió en un hombre santo errante, y quien, eventualmente, formuló Las Cuatro Nobles Verdades que unen hoy en día a todos los budistas. La vida, declaró Buda, o "El Iluminado", esta llena de sufrimiento. La mayor parte de ese sufrimiento, incluyendo el miedo a la muerte, puede ser trazado al "anhelo", el hábito de la mente de ver todo a través del prisma de sí mismo y su bienestar. Aún más, este anhelo puede trascender, guiando a la paz y eventualmente a un estado exaltado de iluminación total llamado Nirvana. El significado de alcanzar el Nirvana, yace en el noble Óctuple Sendero de una apropiada visión, del resolver, del discurso, de la acción, del sustento, del esfuerzo, de la atención y la concentración.
Buda no postula a un Dios creador. Sus Verdades son tan distintas de las principales preocupaciones de otras creencias religiosas, que algunos observadores occidentales consideran al Budismo como una filosofía o incluso una psicología. Más aún, porque puso muy poco en énfasis en doctrinas específicas, y por que el mismo Buda es considerado más un Sabio que Dios, el Budismo ha probado ser altamente maleable; sus muchas ramas han sido adaptadas para encajar en culturas lejanas a Asia. Irónicamente, el Budismo es escasamente practicado en la tierra de su nacimiento, India. Pero alrededor del globo, cerca de 325 millones de seguidores continúan en la meditación, buscando el compartir con Buda, la Iluminación que él encontró debajo del árbol de Bodhi.
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